SOL Y LUNA
ESTE CUENTO-RELATO ESTA ADAPTADO A LA CURRICULA DE CUARTO GRADO DE LA ESCUELA PÚBLICA DE LA PCIA. DE CBA. Lo escribí para los alumnos de mi hija que es maestra en cuarto grado de la escuela Santa Cruz.
NIÑO DE LUNA Y SOL (21-3-2014)-Relato-
Durante las vacaciones escolares o en momentos libres, su
papá lo llevaba con él en sus recorridos por los bosques y cañadones del
extenso lugar, que abarca la Cañada del Condorito, donde vivían en una rústica
casona rodeada de árboles añejos.
Como guardabosque del Parque Nacional “Quebrada del
Condorito” enclavado al comenzar las altas cumbres, Don Cosme recorría
diariamente grandes distancia para cumplir sus obligaciones. Generalmente lo
hacía de a pié, a causa de los escarpados lugares por donde debía andar. Cuando
llevaba con él a Joselo, trataba de no alejarse demasiado de la casa, ya que
también iba con ellos Josefina, la hermanita menor, quien lloraba
desconsoladamente si no la llevaban. Iremos hasta donde nos alcance el “olor a
sopa” les decía a sus hijos, así sabremos cuando hemos de regresar por el
almuerzo. Si la excursión era en horas de la tarde, iban hasta donde llegase el
“olor a los bollitos recién horneados”. También salían de noche, en ese caso
iban solos, por lo que debían esperar que la niña se durmiera.
Don Cosme, al que le gustaba hacer rimas, siempre le decía a
Joselo “Tú eres un niño de luna y sol, disfrutas de ellos con amor”. Caminas
guiado por la luz lunar, bajo un cielo tachonado de estrellas. Eres también “un
niño de lluvia y nieve, pues a nosotros nada nos detiene”
Con su papá el niño recorría lugares increíbles y concurrían
a los avistamientos de cóndores, durante sus vuelos de ensayo, donde aprenden a
volar los jóvenes que han logrado la madurez para ello.
Para ver los avistamientos, a veces debían recorrer varios
Km. e ir a los lugares apropiados para ello, con cañadones de altura y valles
lo suficientemente amplio para observar vuelos completos, como; La Fundación
Cóndor, cerca de Ongamira, o La reserva del Cerro Blanco, cercana a Tanti.
Cuando visitaron este lugar, pudieron apreciar pinturas rupestres de cóndores
hecha por los Comechingones, uno de los pueblos originarios que habitaron esa
zona.
Si el tiempo lo permitía, Manuela, la mamá de los niños,
solía ir con ellos, sobre todo para contemplar la increíble belleza del
amanecer. Salían muy tempranito, cuando aún brillaban las estrellas, los cuatro
caminando muy juntos. –Papá ¿Dónde va la oscuridad cuando sale el sol?
Preguntaba la niña con los ojitos muy abiertos por el asombro. –Se va corriendo
hija, escapa se aleja, para dar lugar a la luz. La niña preguntona, no cedía
con sus reclamos de atención. –Papá ¿Qué son esos pájaros de sombra que
recorren el suelo del valle cuando la luz llega? –Tú lo dijiste niña, son solo
sombras, de los cóndores que vuelan sobre el gran valle. Mira, allá va el dueño
de esa sombra. –Padre ¿cómo sabes tantas cosas? Esta vez interroga el niño.
–Simple Joselo, fui a la escuela. -¡Cómo la escuela donde voy yo? –Sí, luego
hice estudios superiores de guardabosques y de veterinario en la universidad.
-¿Fue muy difícil? –Al principio un poco, después se hace fácil y muy
entretenido, casi como un juego. –Yo también quiero ser guardabosque. –y Yo
(dijo la nena) –Ojala hijos que así sea, en una buena vida, llena de emociones
y sobre todo de unidad familiar y en la naturaleza. Las ciudades distraen a las
personas y las alejan por las muchas cosas que hay para entretenerlos, aquí
encontramos a Dios con más facilidad. Lo vemos en su creación.
Cuando el sol ya brillaba con todo su esplendor, las mujeres
volvían a casa a preparar la rica sopa, cuyo aroma traería a los muchachos de
vuelta al hogar.
Flora
E. Antonetti
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Este
relato, con gusto a cuento, puede aplicarse para diferentes estudios de nivel
primario; como geografía por el relieve donde se desarrolla. Ríos, montes,
cañadones, montañas. Para historia por los habitantes que poblaban los lugares,
como los Comechingones. Para, literatura y lengua por sus partes poéticas y
nuevas palabras.